Mis primeras divagaciones: Los elementos.

Los elementos.

Se ha hablado durante años de la materia que nos envuelve. Antaño los elementos eran objeto de veneración, pero con el paso del tiempo hemos perdido ésta tradición.

Todos sabemos que existen; nos hemos quemado, mojado, etc.
No voy a hablar sobre eso. Hablaré de la esencia de éstos.

Pero primero hagamos un resumen sencillo:

-Fuego -Agua -Aire -Tierra -Espíritu

                                                         

Cada tradición tenia su punto de vista de ver a éstos. He mencionado el pentagrama ya que es el “patrón base” para la mayoría de los iniciados al ocultismo. Cabe decir que los griegos, los chinos, japoneses, hindúes, etc. Utilizaban - además de éstos – más elementos dentro de su visión de ver el mundo. Más adelante, quizá hable sobre cada una de éstas culturas.

Sólo destacar que a medida que ha pasado el tiempo, muchos ocultistas han tomado diversos elementos de cada una de las tradiciones. Además de los ya mencionados podríamos nombrar:

-         Metal y madera en la tradición china

-         El “akasha” o éter en el hinduismo.

-         El vacío en Japón

Pero son los cuatro elementos (Tierra, Agua, Fuego y Aire) los elementos clásicos que se han utilizado desde los tiempos antiguos hasta ahora. Ya que se consideran el “Pilar Central”

¿No os ha pasado alguna vez que sentís esa conexión con el mundo? Y con mundo me refiero a vuestro alrededor: la naturaleza. ¿A vuestras raíces?

Los elementos son el reducto de aquello que nos ata a nuestro subconsciente ancestral.

“La segunda fuente de energía mágica emana de la Tierra. Aquellos de nosotros que hemos admirado un grupo de árboles, un campo de flores, un lago tranquilo o una cueva hemos sentido ya algo de esta energía que reside en la Tierra.” Scott Cunningham – La magia de los Cuatro Elementos.

Sentimos eso, pero ¿qué es?

Es la magia que mueve el mundo. Aquello por lo que cientos de civilizaciones han alzado las más increíbles maravillas. A su honor fueron dedicadas.

Por algún motivo (¿guerras?) hemos perdido casi toda ésta motivación con los elementos y se nos ha dormido la magia que magnificaba el mundo.

No sé por que lugar de la línea temporal se empezó a perder, podría intentar una aproximación: quizá el surgimiento de las religiones monoteístas pronosticó la decaída.

No digo que el cristianismo o la religión musulmana - por poner un ejemplo más claro -sean las culpables. Todas ellas surgieron por algún motivo, pero, se tergiversaron a lo largo del tiempo como todos podemos ver ahora, en la actualidad, aunque digan que no.

El afán de avaricia de algunos comportaron lo que nombro como el retroceso de la espiral.

Es muy sencillo de explicar. La espiral gira hasta llegar al centro, ahí, en el centro hay alguna cosa que a medida que pasaban los años íbamos alcanzando.

Supongamos que el principio de los tiempos es el comienzo de la espiral, íbamos avanzando, cada ciclo es una vuelta. Durante todos estos ciclos habían pequeños retrocesos que a corto plazo tal vez serian destacables pero a largo plazo la espiral continuaba. En algún momento, de algún ciclo, el movimiento paró y se volvió. Cada ciclo que pasaba retrocediendo, olvidábamos aquello que nos cedieron.

Ahora la gente se está dando cuenta de que estamos dejando atrás todo esto. Aún hay personas que se preocupan de no dejar morir la esencia que hay en cada uno de nosotros y nos conecta al mundo.

Aunque quizá estemos dentro de un retroceso que a corto plazo es visible pero no hayan pasado suficientes años.  

Pero lo que muchos no saben es que esa magia que nos conecta la tenemos nosotros también. Dentro de nuestro cuerpo tenemos esos elementos y nos son útiles para nuestro día a día.

Según el segundo principio en el Kybalión:

Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.

Si habéis leído el Kybalión lo entenderéis. Si no dejadme que os cuente que éste principio afirma que esto se manifiesta en los tres planos: Físico, Mental y Espiritual. Os recomiendo que lo leáis para más entendimiento.

“Tendremos que ser conscientes de nuestro YO para poder entender las fuerzas internas y externas que nos envuelven.”